top of page

Historia militar del siglo XIX.

Las defensas

 

El siglo XIX, se caracteriza por ser un periodo de cierta tranquilidad en cuanto a fortificaciones militares y no será hasta la última década en el contexto de la Guerra de Cuba. Ya en esta época el desaparecido Castillo de Santa Catalina y la Batería de San Fernando se encontaban en ruinas y sin artillería. Los únicos cañonazos eran las salvas de saludo que periodicamente se hacían a la virgen, al recibir noticias o por alguna festividad como la del 29 de abril en donde se daban veintiún cañonazos. 

 

Pero a finales del siglo XIX, la guerra contra Estados Unidos de América, en el contexto de la Guerra de Independencia cubana hizo que el gobierno desde una orden de Madrid reforzara las islas Canarias por temor de que fueran conquistadas. El 5 de abril de 1898 los periódicos isleños ya informaban sobre la llegada de tropas y artillería que se usaría para defenderlas de los posibles ataques enemigos. El 9 de abril ya esas tropas habían llegado a Gran Canaria, al puerto de Santa Catalina y fueron recibidas con gran entusiasmo. Poco después se proyectan nuevas baterías.

 

En 1899, en la isleta ya se habían construido la Batería de Lomas Coloradas, la Batería del Confital que tras cambia su emplazamiento se llamará Batería del Faro. También se termina la Batería del Roque Ceniciento. 

 

En San Juan comienza en el 98 la Batería de Santa Isabel, en el barrio de San Juan que terminó ocho años después justo donde hoy se emplaza el Colegio de La Batería de San Juan. A 500 metros de la Batería de Santa Isabel se proyectó también en el 98, la Batería de San Juan a 154m. de altura tenía unas inmejorables vistas de la costa, la construcción de esta batería fue tan apresurada que terminó el mismo año que se comenzó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En la zona de Guanarteme se comenzó también las obras de la Batería de Guanarteme y un año después la de Los Arenales, lugar que hoy conocemos como Cuatro Cañones. La primera acabó en 1900 y disponía de almacenes y un polvorín. Ya dentro del siglo XX, la fortificación y defensas de la isla siguieron hacia el sur. 

 

Aunque las peores sospechas de guerra y conquista en Canarias no se produjeron al final, el ernome desplegue de fuerzas que se produjo y lo que debió costar a las arcas demuestra que las Islas Canarias eran un importante emplazamiento para los planes políticos que tenían en África. Canarias no solo era el último emplazamiento de ultramar que le quedaba a España en el atlántico que perderlo hubiera terminado por mermar la moral de una españolidad ya marchita, sino que era un emplazamiento cercano a África que permitía mejorar sus aspiraciones a controlar el Sahara Occidental.

 

 

Dibujo original de la época.

© 2014 Marco Antonio Castro Pérez. Proudly created with Wix.com

  • w-facebook
  • Twitter Clean
  • w-googleplus
  • w-youtube
bottom of page